Después de pasar 3 días en Kandy, decidimos que es una ciudad muy estresante para quedarnos un mes, asi que cogimos un tren y nos fuimos a las montañas. El trayecto de tren fue muy bueno ya que nos permitió de conocer un poco más el interior de la isla. Llegamos a Dabulla, un pueblo muy local, en el que no habían turistas, nos quedamos una noche para continuar el viaje al día siguiente, ya que estabamos cansados de siete horas de tren. Al día siguiente hicimos varios trayectos en bus. Nuestro objetivo era ir a conocer a los aborigenes que quedan en la isla. Al final del trayecto de bus, cogimos un Tuk-Tuk para ir a Dambana, (Pueblo pequeño en donde quedan los aborigenes), en el trayecto al pueblo, unos hombres pararon el Tuk-Tuk y le preguntaron al chofer en singalés que si queriamos ir a su casa. En fin, que nos encontramos en la casa de una familia muy simple, que aún viven según sus tradiciones ancestrales, concervando bastante su cultura de hace más o menos 16.000 años. Con el tiempo su población se ha reducido, ya que con la declaración de un parque nacional al lado de su pueblo, les han quitado la mayor parte de sus tierras de caza, y les quitaron el derecho de entrar en esas tierras. Los Wanniyalaetos, también llamados Veddhas, nombre puesto por los Singaléses, su significado es: Cazadores, aunque su verdadero nombre es Wanniyalaetos, que significa: Habitantes del bosque. Al contrario de las creencias populares, los Wanniyalaetos, son brillantes, inteligentes y alegres en cuanto viven con sus costumbres ancestrales.
Esta familia con la que compartimos tan solo dos días, es una familia muy simple, viven en casas con el piso de tierra, y los muros también, con el techo de palos y hoja de cocoteros, duermen en el piso con esterillas y cazan con el arco. Los niños son encantadores, abiertos y juguetones. Solo dos días con ellos y simplemente espero impasiente volver con ellos, ya que me han abierto los ojos. HONDA-MAI!! = Very good, dicen hondamai constantemente y para todo, buenas noche, buen probecho, buenos días, hola, encantado, etc lo simplifican diciendo, honda-mai.
Después de pasar una noche de tormenta, lluvia y goteras en la casa, con los Wanniyalaetos. Decidimos, que era mejor esperar unos 15 días aproximadamente y volver en cuanto la lluvia hubiera parado, según ellos. Asi que en bus fuimos a Monaragala, ahí pasamos la noche, y al día siguiente, otro bus, hasta Tangalle, ahí pensamos quedarnos hasta que la lluvia se calme en Dambana. Aquí en Tangalle, ya hice muy buenas amistades con ShaShika, la hija de los propietarios de las cabañas en las que estamos.
Les enseñé mi Ipod para que probaran y se quedaron alucinando. Lo más gracioso es el abuelo de la familia con los auriculares.
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